
Ilustración: Isabella Meza Viana
Por Redacción Radio Trompo
La relación entre Colombia y Estados Unidos nunca había sido tan tensa. Históricamente, Colombia ha sido un aliado regional de Washington, alineándose con la visión norteamericana. Pero ahora, ambos presidentes tienen agendas muy diferentes, sobre todo en la política antidrogas, una bandera que Donald Trump agita con mano dura de puertas para afuera, culpando a países como Colombia y Venezuela de la problemática en su país.
Cada vez el tono entre los presidentes es más confrontacional. Hace unas semanas, después de que Petro pronunciara su discurso ante la Asamblea de la ONU. donde condenó el genocidio contra los palestinos en Gaza, salió a las calles y, al lado del músico de Pink Floyd, Roger Waters, dijo: “¡Desobedezcan la orden de Trump! ¡Obedezcan la orden de la humanidad!”.
Desde entonces, ha habido una seguidilla de hechos que afectan a Petro: la suspensión de su visa estadounidense, su inclusión en la lista Clinton y las declaraciones de Trump, quien lo ha calificado de “lunático y enfermo mental”.
Para entender esta tensión, Radio Trompo habló con Néstor Julián Restrepo, profesor titular e Investigador Universidad EAFIT y doctor en Política, Comunicación y Cultura de la Universidad Complutense de Madrid. Restrepo destacó que, hasta ahora, todo se mantiene en el plano personal y que Estados Unidos sigue viendo a Colombia como un aliado, aunque en un período de transición.
¿Podemos hablar de una crisis diplomática?
La política en el mundo está cambiando. Parecería como que hay un caos, que hay unos reyes, unos príncipes todo potentes, que toman las decisiones y hablan. Y hay un sistema vapuleado o débil, pero sigue estando, me refiero que, a pesar de que aparecen dos vociferantes como Petro y Trump, las relaciones entre Colombia y Estados Unidos siguen pesando.
Es más un juego de lo que hay ahorita que lo que llamaríamos en comunicación política, el politainment: un teatro, una escena de espectacularidad, unas lógicas de «el mundo se va a acabar», pero ya todos estamos inmersos en eso, pero realmente la institucionalidad tiene uno unos juegos todavía muy claros.

Ya Trump dijo que no subiría los aranceles, pero ¿cuál sería el peor panorama para Colombia?
El peor panorama para Colombia es que ponga aranceles, por la dependencia. De hecho hasta sería una oportunidad para que los empresarios dejen de depender tanto de un solo mercado como el norteamericano y empezar a abrir mercados.
El peor escenario es la dependencia económica hacia Estados Unidos. No necesariamente la ayuda económica que Estados Unidos nos da, que es muy poca, que ya no son los 5300 millones de dólares que nos daba en el plan Colombia.
La ayuda impacta en lo militar para el ejército, pero no es tanta y de hecho eso ya se perdió en enero de este año cuando salió USAID y todas estas agencias de cooperación internacional.
En ese sentido, ¿qué otros socios comerciales podría tener Colombia?
Es más el temor que le tienen los empresarios colombianos a cambiar de mercado que a las oportunidades que tenemos. Un ejemplo: los ecuatorianos le están vendiendo flores a China porque los colombianos dijeron que era muy lejos. son mentalidades muy cerradas.
Hay una cantidad de mercados que se que se pueden abrir, pero Colombia sigue pensando ideológicamente.
Como profesor hago una crítica a la mentalidad de muchos empresarios en Colombia que están cargados de ideología: de izquierda, derecha, petrismo, uribismo, cuando deberían de ser muy prácticos y buscar desde una visión muy capitalista oportunidades de negocio. Que las oportunidades las hay en un mundo que está en estos momentos moviéndose fuertemente.
¿La inclusión de Gustavo Petro en la lista Clinton cambia algo?
No, Esto quiere decir que Colombia ante los Estados Unidos sigue siendo un aliado importante, puesto que volvimos a lo mínimo. Que aparezcan de nuevo el fantasma de la lista Clinton es muy común, eso ya había pasado con Samper y con muchos empresarios colombianos.
También quiere decir también que Colombia es importante y que hay un lobby fuerte.
Los senadores Bernie Moreno y Rubén Gallego tienen un oído bastante fuerte con el Gobierno y ablandaron las cosas. Esta sanción es más como individuo y no como presidente.
Entonces no nos afecta como tal y no vamos a tener sanciones sanciones de tipo económico, que eso sí impactaría muy fuerte.
Hasta ahora todo queda en el plano personal. Esto es más una sanción mediática a un gobierno. De hecho, eso no lo habíamos tenido desde Ernesto Samper. Pero yo creo que los norteamericanos saben que Petro es una transición y que de aquí al otro año ya cambie. Eso sí, lo podemos mirar como una forma de intromisión en el sistema colombiano para apoyar y tener injerencia en las elecciones entrantes, eso sí está muy claro.






