¿Sabías que es necesario proteger tu cuerpo e intimidad en internet?

La Ley Olimpia en Colombia. 

Por: María Angélica Orozco e Isabella Meza Viana

Las redes sociales, los chats y los grupos en línea hacen parte de nuestra vida diaria. Nos comunican, nos divierten y, muchas veces, nos permiten expresarnos con libertad. Pero también pueden convertirse en un espacio donde se rompe la confianza y se cruza una línea muy peligrosa: la violencia digital.

En Colombia, miles de mujeres y jóvenes han sido víctimas de la difusión o edición de fotos y videos íntimos sin su permiso. No se trata solo de una “broma” o de “cosas del internet”: es una forma real de violencia que deja huellas profundas en la vida, la salud mental y la dignidad de quien la sufre.

¿Qué es la violencia digital?

Es aquella que se ejerce a través de medios como redes sociales, correos electrónicos y aplicaciones de mensajería, donde se difunden contenidos o se realizan acciones que vulneran la integridad de las mujeres. Este tipo de violencia incluye prácticas como el ciberacoso, la extorsión o la publicación no consentida de material íntimo, con el propósito de dañar su honra, intimidad y salud física o mental. 

¿Qué es la Ley Olimpia y por qué todos hablan de ella?

La Ley Olimpia Colombia: ¡Tu intimidad no se comparte! es un proyecto que busca proteger a las personas frente a la violencia digital sexual. Fue aprobada en segundo debate por la Cámara de Representantes y ahora avanza hacia el Senado.

La Ley Olimpia propone modificar la Ley 1257 de 2008 y el Código Penal, para que grabar, difundir, editar, alterar o compartir contenido sexual de otra persona sin su consentimiento sea un delito.

¿Qué conductas castiga la Ley?

Bajo esta ley, se sancionará a quien:

  • Grabe, difunda o comparta imágenes, videos o audios íntimos sin permiso.
  • Edite o altere material sexual, incluso si usa inteligencia artificial (como los deepfakes).
  • Sustraiga o cree contenido íntimo sin consentimiento.

Las penas van de 48 a 72 meses de prisión y multas entre 44 y 750 salarios mínimos legales vigentes. Además, las plataformas digitales deberán retirar de inmediato el contenido denunciado.

Y no solo se trata de castigo: la ley también busca educar y prevenir, promoviendo el uso responsable de la tecnología, el respeto en línea y la empatía hacia quienes sufren violencia digital.

¿De dónde nació la Ley Olimpia?

Todo comenzó en México, con la historia de una joven llamada Olimpia Coral Melo. A los 18 años, un video íntimo suyo fue difundido sin su consentimiento. Su vida cambió por completo: sufrió acoso, discriminación y miedo. Pero, en lugar de quedarse callada, decidió luchar.

Con apoyo de colectivas feministas y organizaciones civiles, Olimpia impulsó una reforma legal en su país. Tras años de trabajo, en 2021, México aprobó la Ley Olimpia a nivel nacional, convirtiéndose en un ejemplo de cómo el activismo puede transformar la justicia.

Hoy, en México, quien difunde o publica contenido íntimo sin permiso puede ir a prisión hasta por seis años. Pero, más allá del castigo, la ley abrió un debate sobre la responsabilidad, la privacidad y el respeto digital.

¿Y qué ha pasado en otros países?

El impacto de la Ley Olimpia se extendió rápidamente por América Latina.

  • En Chile, en 2022 se aprobó una ley conocida como “Ley Pack”, que sanciona la difusión de material sexual sin consentimiento, con penas de cárcel y multas.
  • En Argentina, se avanzó en la Ley Belén, inspirada en un caso similar de violencia digital, que busca garantizar justicia y acompañamiento a las víctimas.
  • En Perú, Panamá y Uruguay, también se están discutiendo proyectos similares, impulsados en gran parte por el movimiento feminista y las nuevas generaciones que exigen respeto en el entorno digital.

Colombia, al sumarse con su propia versión de la Ley Olimpia, se une a una ola regional que busca reconocer que la violencia no solo ocurre en las calles o los hogares, sino también detrás de una pantalla.

¿Por qué es tan importante?

Porque hasta hace poco, en Colombia no existía una ley que hablara directamente de la violencia digital sexual. La Corte Constitucional había reconocido un vacío jurídico, y esta iniciativa viene a llenarlo.

Esta medida no solo protege la intimidad, sino que también empodera a las víctimas. Las invita a denunciar sin miedo, a recibir apoyo psicológico, acompañamiento jurídico y, sobre todo, a recuperar su voz.

¿Y qué podemos hacer nosotros?

Cada vez que das clic en “reenviar”, “compartir” o “guardar”, puedes estar participando , sin quererlo, en una forma de violencia. Antes de hacerlo, pregúntate:

  • ¿Tengo permiso para compartir esto?
  • ¿Qué sentiría yo si fuera la persona del video o la foto?
  • ¿Estoy cuidando la dignidad de alguien?

El respeto no solo se demuestra en persona, también en lo que hacemos en línea. Y aunque internet parezca un espacio enorme y anónimo, nuestras acciones tienen impacto real.

¿Cómo construimos una red más segura?

El primer paso es la educación digital: aprender a usar la tecnología con responsabilidad, empatía y conciencia. La Ley Olimpia también propone que el Ministerio de Educación implemente programas sobre estos temas, para que las nuevas generaciones sepan cómo protegerse y actuar frente a la violencia digital.

Pero el cambio no solo viene de las leyes o del colegio. Viene de nosotros.
De elegir no compartir contenido íntimo, de acompañar a quien sufre acoso, de entender que el respeto no se negocia, ni en la calle ni en la pantalla.