
Ilustración y texto por Isabella Meza Viana.
La ofensiva militar de Israel contra la población palestina ha dejado un saldo devastador en Gaza. Según informó Asociated Press News, el 2 de octubre de 2025, los bombardeos israelíes continúan obligando a la población a desplazarse bajo amenaza de ser considerada “terrorista” si permanece en sus hogares.
En medio de hospitales destruidos, escuelas atacadas y miles de familias forzadas al éxodo, el panorama humanitario es cada vez más crítico, donde incluso la ONU ya declaró la hambruna para más de 500 mil personas en la Franja de Gaza.
¿Qué pasa en Gaza?
Gaza es una franja de tierra muy pequeña donde viven más de dos millones de personas palestinas. Desde hace muchos años está bloqueada: casi no se puede entrar ni salir libremente, y la gente sufre falta de trabajo, electricidad y medicinas.
En 1948 nació el Estado de Israel y muchos palestinos fueron expulsados o huyeron de sus casas. Desde entonces hay conflictos sobre la tierra, las fronteras y el derecho de Palestina a ser un país libre.
En 2007 un grupo armado llamado Hamás tomó el control de Gaza. Israel y Egipto cerraron la mayor parte de las fronteras. Desde entonces ha habido varias guerras y, en octubre de 2023, Hamás atacó Israel y secuestró personas. Israel respondió con bombardeos muy fuertes sobre Gaza. Miles de civiles, incluidos niños y niñas, han muerto o perdido sus hogares.
El mundo debate cómo lograr paz, libertad y seguridad para todos: que Palestina pueda ser un Estado, que Israel viva sin miedo, que terminen la ocupación, los ataques y los secuestros
En este contexto, la pregunta se hace urgente: ¿Qué podemos hacer como jóvenes para presionar a Israel y apoyar a Palestina? Conversamos con Nicole Linero, comunicadora popular, defensora de derechos humanos, integrante de la plataforma El Cxnspire y de la Red en Apoyo a Palestina – Atlántico, quien compartió desde Barranquilla algunas claves para pensar en acciones concretas.
¿Y yo qué puedo hacer?
1. Infórmate y combate la desinformación
El primer paso es el más crucial. Nicole Linero insiste en que «es muy importante informarnos sobre lo que en verdad está ocurriendo […] identificar que se trata de un genocidio en curso en territorio ocupado por el Estado de Israel en complicidad con Estados Unidos y otros países de la Unión Europea». Entender esto no solo te da claridad, sino que te permite «transmitir esa realidad a otras personas y quién quita que también se vayan sumando al movimiento».
2. Boicot: Tu poder como consumidor
Una de las herramientas más directas y al alcance de todos es el boicot. Nicole define como una acción «tanto individual como colectivo hacia productos, marcas, servicios que sostengan el sionismo», en otras palabras, meterle un palo a la rueda de la bicicleta de todo lo que apoye el genodicio.
• ¿A quiénes? Algunas de las marcas que, según activistas, contribuyen al Estado de Israel son Coca-Cola, Burger King, Adidas, Zara e incluso la plataforma de cine independiente Mubi.
• ¿Por qué funciona? Es una forma de «boicotear un poco el sistema financiero a través de las marcas» que cualquiera puede asumir. Para bien o para mal, la plata es la que mueve muchas decisiones en el mundo.
3. Presión institucional: Exige a los que tienen el poder de decidir
Para hacer llegar estas exigencias, Nicole Linero sugiere acciones directas y accesibles como el envío de correos y la firma de peticiones. Las exigencias clave son:
- Firmar la resolución 377 de la Asamblea General de las Naciones Unidas para que se reconozca a Palestina como Estado y se posibilite una intervención que frene a Israel.
- Presión a entidades económicas: Una línea de acción directa es presionar a entidades que mantienen vínculos económicos con Israel. En Colombia, la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI) ha sido señalada por sostener «vínculos con la misión económica de Israel en Colombia”, de acuerdo con un comunicado oficial de la delegación colombiana en la Flotilla Global Sumud y el Movimiento Global a Gaza.
- Ruptura total de relaciones: Insistir en romper el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Israel y no mantener más relaciones culturales, ni educativas.
- Embargo energético total: Exigir un embargo completo y sin excepciones.
- Expulsión de foros internacionales: Pedir que Israel sea expulsado de espacios deportivos, culturales y políticos.
4. Súmate a un colectivo: La unión hace la fuerza
Linero dice que lo más conveniente es buscar organizaciones que tengan un proyecto de ayuda en marcha. «Sería idóneo que podamos […] tener como un acercamiento a estos colectivos, a estas organizaciones, movimientos que están tejiendo […] hojas de ruta para actuar de manera colectiva y así generar un impacto un poco más mayor». Estos espacios organizan acciones como plantones, galerías a cielo abierto para visibilizar la destrucción, escuchan testimonios de sobrevivientes y realizan jornadas de pedagogía para sensibilizar a la comunidad.
Para más información de las movilizaciones y organizaciones, consulta las siguientes cuentas de instagram:
- @comitecol_pal
- @redporpalestina.atl
- @globalmovementtogaza_col
- @palestinalibre.colombia
- @laconstituyenteaudiovisual

5. Aporta con tu talento (y/o recursos)
No todo es marchar. Se puede aportar de muchas maneras según las capacidades de cada uno. Como dice Nicole, «por Palestina nos podemos sumar y alzar la voz todos, desde artistas hasta escritores, desde activistas hasta abogados, desde contadores para temas logísticos como hasta psicólogos». También se puede apoyar con aportes económicos o materiales para la logística de las movilizaciones o difundiendo las campañas de autogestión.
Pero, ¿no debería preocuparme más por los problemas de mi país?
Es una pregunta válida, pero para Nicole, una causa no anula a la otra. De hecho, explica que su activismo local le permitió entender que lo que ocurre en Palestina es un reflejo de sistemas de opresión como el colonialismo y el imperialismo que también nos atraviesan.
Su mensaje final es un llamado a «abrir un poco el corazón y que podamos también poner la mente y el cuerpo en disposición a la causa». Porque, como concluye de manera contundente: «Nada justifica un genocidio, nada justifica que […] personas hayan sido asesinadas».
Y tú, ¿de qué manera vas a alzar la voz?
Esto fue lo que nos dijeron algunos de ustedes:
