
Por: María Paula Suárez Navas
El acuerdo de alto al fuego entre Israel y Hamás, que entró en vigencia el 10 de octubre de 2025 a las 12:00 p.m., ha generado esperanzas sobre la superación de la guerra en la franja de Gaza, pero, ¿qué significa realmente este acuerdo y qué tan probable es que traiga una paz duradera?
La guerra en Gaza ha sido devastadora. La ofensiva israelí, en los últimos dos años, ha dejado hasta la fecha 67.211 muertos, y al menos 169.961 heridos, según el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás. Gran parte de ellos son niños, niñas y jóvenes.
Para entender mejor el contexto en el que se da este acuerdo, Radio Trompo conversó con David González, periodista, especialista en derechos humanos y profesor universitario, quien ha cubierto de cerca este conflicto en Medio Oriente.
“Para que nos hagamos una idea de la magnitud de esta tragedia y entender la cantidad de niños que han sido asesinados por las fuerzas de Israel en Gaza, hay que imaginarse que cada día fue asesinado un aula de clases de niños durante los 2 años que lleva esto”, indica González, quien también es magíster en Ciencias Políticas.
Puntos clave del acuerdo de cese al fuego en Gaza
El acuerdo, negociado en Egipto con el respaldo de Estados Unidos, busca detener la violencia de la guerra con una salida negociada. Una de las primeras condiciones es que Hamás entregue a los 20 rehenes israelíes que tiene bajo su control y que se encuentran en la franja de Gaza, ya sea vivos o sus restos. A cambio de ello, se detienen los bombardeos y se permite la entrada de ayuda humanitaria para el pueblo palestino que debido al asedio se encuentra en hambruna.
La ONU ha dicho que tiene un programa de 60 días para ingresar 170.000 toneladas de alimentos, medicinas y artículos de primera necesidad que se distribuirán entre 2,1 millones de personas.
Otro de los puntos es que el ejército israelí se retirará hasta una línea que le permitirá mantener el control de aproximadamente el 53% de la Franja. Seguidamente, Israel liberará entonces a unos 250 presos palestinos que cumplen cadena perpetua en cárceles israelíes y a 1.700 detenidos de Gaza.
¿Una salida sostenible o solo una tregua temporal?
“Difícil saberlo porque, primero, Trump es muy impredecible”, afirma González. “Mientras tenga el aval y la exigencia de Washington, yo creo que Netanyahu (presidente de Israel) va a estar hasta cierto punto intentando cumplir lo pactado. Hay además unos garantes internacionales también ahí”, agrega.
Sin embargo, para el experto, no hay que desconocer que Qatar, Egipto y Turquía son pro-palestinos, y también Egipto, aunque ha tenido un papel cuestionable, lo cual genera presiones desde el otro bando. “Eso es de lo que uno se da cuenta cuando viaja, que, en gran parte de los pueblos árabes, más allá de sus gobernantes, la gente apoya la causa palestina. Y ese es el fondo del asunto”, afirma el experto.
Esto es principalmente importante porque, es ahí en donde la raíz del conflicto, y es que “más allá de este terrible genocidio que se ha visto durante dos años, hay un proceso violento colonial sobre los territorios indígenas palestinos”, indica González.
Para el docente, todo apunta a que puede cesar por un tiempo la violencia terrible que se ha visto en los últimos años, pero mientras se mantenga el objetivo de las fuerzas de gobierno de Netanyahu y las fuerzas del proyecto colonial sionista sobre los territorios palestinos, la violencia estructural va a permanecer, porque en el fondo, Hamás es una respuesta de resistencia a un proyecto activo colonial que va más allá de estos últimos dos años.
“Es que Israel desde la creación como estado en la década de los 40, por mandato y apoyo totalmente de occidente, tanto de los británicos como de Naciones Unidas, ha ido creciendo como un proyecto colonial sobre los territorios palestinos”, afirma González.
El papel de Estados Unidos hoy sigue siendo crucial en todo esto. “Indistintamente de si son republicanos o demócratas, siempre Washington le ha dado 100% de apoyo a este gobierno israelí. Los intereses de Washington y los del gobierno sionista están muy alineados, lo que dificulta una solución imparcial”, afirma el experto.

¿Una salida posible?
La idea de «dos naciones» (un estado israelí y un estado palestino) parece cada vez más lejana. David González sugiere que algunos analistas geopolíticos hablan de un «estado binacional democrático» que proteja a ambos pueblos, palestinos y judíos. Aunque utópica, podría ser la única forma de evitar la destrucción de cualquiera de las partes.
En resumen, aunque el alto al fuego es una esperanza momentánea que alivia el sufrimiento en Gaza, la paz verdadera parece aún muy distante. Sin soluciones de fondo a las causas históricas del conflicto, es difícil imaginar una «paz estable y duradera».
Esperemos que este respiro sirva para que se sigan buscando caminos hacia una solución más justa.






