
Por Leidy Restrepo
Los jóvenes que deciden estudiar periodismo suelen hacerlo porque les gusta escribir, contar historias, conversar con personas interesantes o las noticias en general, pero no es el caso de Luis Ángel, un jóven nortesantandereano de 19 años, que decidió estudiar periodismo gracias a su participación en la fundación Mi Historia que le enseñó qué: “el periodismo puede ayudar a construir la paz, porque hay muchos jóvenes que no tienen esa voz de poder ser libremente. Por ejemplo, en las regiones, es poco probable que un joven adolescente tenga la capacidad de poder expresarse libremente, ya que existen grupos armados y tú no puedes contar más de lo ‘normal’, ni expresar lo que uno siente”.
La fundación que le enseñó eso, Mi Historia, fue creada en 2019 con el propósito de construir paz con niños, niñas, adolescentes y jóvenes en contextos de vulnerabilidad en Colombia, fortaleciendo sus voces y habilidades para transformar sus vidas y comunidades lejos de la violencia, usando el periodismo como herramienta, desde entonces ha tenido presencia en muchas zonas del país, como Tierralta, La Guajira, Leticia, Ibagué y Neiva, y lleva más de 10 mil vidas de jóvenes impactadas directa e indirectamente.
Y es que un país como el nuestro, donde desde 2019 más de 1.000 niñas, niños y adolescentes han sido reclutados para el conflicto armado, según Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), siempre es necesario que puedan encontrar espacios seguros para expresarse, reconocerse como sujetos de derechos y descubrir proyectos de vida que les permitan alejarse de la guerra y acercarse a la paz.
En medio del conflicto interno en Colombia, lo que busca Mi Historia es mostrarles a los jóvenes, a través de su propia voz, que se amplifica a través de la radio, que existen otras posibilidades en sus vidas.
Un periodismo que gira en torno a la paz
Un periodismo que cambia vidas como la de Luis Ángel, que dice que el periodismo enseñado por la fundación Mi Historia le brindó la oportunidad de aprender a expresarse, a perder el miedo a las cámaras, a contar su historia sin pena, a poder entrevistar y conocer la opinión de otros jóvenes y escuchar sus voces, pero él no es el único.
Aunque Natalia Romero hace periodismo desde que estaba en quinto de primaria, siente que sus bases para ejercer esta profesión, con un enfoque de paz, se las dió la fundación Mi Historia. Ahora, con 22 años, es periodista de la Radio Nacional, pero hubo un tiempo en qué era la presentadora más activa y animada de Radio Trompo, un medio de comunicación y una serie de emisoras hechas por y para jóvenes que hace parte de Mi Historia desde hace dos años y que nació en Tierralta, Córdoba.

Natalia cuenta que en lugares como este “el periodismo estaba estigmatizado, porque siempre se ha visto desde la parte de la violencia y no desde las bases comunitarias, sociales y juveniles, en este caso de la fundación Mi Historia”.
Y es que, Radio Trompo y Mi Historia se nutren con la participación de jóvenes de entre 14 y 24 años que se encuentran en procesos de restitución o protección de derechos, como Luis Ángel, incluso jóvenes desvinculados de grupos armados y de jóvenes que hacen o hicieron parte del sistema de responsabilidad penal para adolescentes (SRPA), como Carlos.
Carlos, tiene19 años y es periodista de Mi Historia, hizo parte del Diplomado de Periodismo de Paz, una alianza de la fundación con la Universidad del Rosario y el ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar) en el que además de enseñarles a entrevistar, usar una cámara o una grabadora de sonido y editar sus historias, el periodismo es el vehículo para hablarles de las habilidades para la paz como la autogestión de sus emociones, la conciencia social y la empatía. Un Diplomado que lleva más de 800 jóvenes periodistas que han crecido marcados por la violencia en el país. Con eso claro, después de terminar el diplomado y su condena, Carlos decidió seguir vinculado al periodismo, como “mirar si dice algo sobre el periodismo y paz u otra alternativa”
Un periodismo para entender el pasado, desafiar el presente y construir un futuro en paz
En Radio Trompo y el diplomado de periodismo también participan jóvenes como Natalia que crecen en zonas donde el conflicto los rodea desde que nacen y parecen no tener más opciones. Lo que hace Mi Historia es permitirles contar su historia, para “entender su pasado, desafiar su presente y construir su futuro”.
Y sobre todo, a hacer periodismo juvenil, “un periodismo que ayuda a construir paz en los territorios, más cuando han sido afectados por la violencia. Y a que los jóvenes que fueron afectados quieran cambiar su proyecto de vida y desean ser protagonistas, contar la paz, que los jóvenes sí podemos, a pesar de las dificultades, brechas, barreras económicas, todo… Si tenemos esa motivación y apoyo podemos construir paz y un periodismo juvenil alternativo y con aliados”, dice orgullosa Natalia.

Entonces ¿puede el periodismo convertirse en una herramienta para construir paz? La respuesta podría estar en las líneas éticas del periodismo, que no debería limitarse a contar la violencia, sino buscar explicar sus causas, dar voz a quienes la padecen y también a quienes proponen salidas. Al mostrar historias de reconciliación, diálogo y esperanza, ayuda a transformar los conflictos, combatir la desinformación y sembrar una cultura de paz.
Pero ¿qué tienen que ver Mi Historia y Radio Trompo con esto? Pues que además de contar las vidas de jóvenes que no siempre logran ser escuchados, son ellos los que las cuentan. Y de pasó, se cuestionan sobre ella y sus posibilidades.
“Entonces, sería muy importante que se sigan fortaleciendo estos procesos porque hay chicos, por ejemplo, en el sistema de responsabilidad penal, que no tienen claro su proyecto de vida. Y llega la fundación que lleva periodismo, proyecto de vida, habilidades para la vida y la paz y los jòvenes se interesan por construirse, por aprender, por ser alguien en la vida, ser reconocido y aportar también a esa construcción de paz”, reflexiona la ahora periodista de RTVC, el sistema de medios públicos del país.






