Más allá de Ucrania: La relación Trump-Putin y el equilibrio global

Ilustración: Isabella Meza Viana

Por María Paula Suárez

Durante los últimos meses ha habido un panorama político internacional movido que tiene como centro al presidente de Estados Unidos, Donald Trump. 

Sus políticas han generado acciones concretas en Gaza; en Latinoamérica, más específicamente en Venezuela; y también en las relaciones con Rusia y su presidente Vladímir Putin, de cara a la guerra en Ucrania. 

En esta ocasión exploramos el contexto de estas últimas relaciones internacionales, ya que esto trae varias implicaciones para la geopolítica global, que involucran el potencial de redefinir el equilibrio de poder mundial y la cooperación internacional en desafíos críticos, como la seguridad global y el futuro de las alianzas democráticas.

Para entender esto, en Radio Trompo entrevistamos a Fabián Cárdenas, profesor de Derecho Internacional de la Pontificia Universidad Javeriana y experto en relaciones internacionales, así como en sostenibilidad global. 

¿Cuáles son los principales puntos para entender la dinámica actual entre Trump y Putin?

La relación entre Trump y Putín es esencial porque es el centro de regulación de la geopolítica mundial. Todo esto se remonta al final de la Segunda Guerra Mundial. Cuando esta se acaba, llegan cinco potencias ganadoras contra el régimen alemán, que son Estados Unidos, con su mayor aliado, que es Inglaterra, junto con Francia. Por otro lado estaba la Unión de República Socialista Soviética y China. En los años 90 esta última se divide, y el Estado lo hereda Rusia. 

Entonces, Rusia y Estados Unidos de algún modo son los representantes de los dos bloques políticos más grandes del mundo. Estados Unidos es el bloque capitalista y Rusia es la heredera de la Unión Soviética y de todo el bloque socialista. Ellos operan como partes y contrapartes para mantener un equilibrio en el orden mundial.

Algo muy importante que la gente debe conocer es que cuando se crea la ONU, en 1945, y se acababa la Segunda Guerra Mundial, se le otorga a estos cinco estados un veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, que es el órgano más importante de toma de decisiones políticas del mundo, y estos cinco estados pueden vetarse entre ellos cualquier tipo de decisión.

Rusia, por un lado, representa la izquierda,  y Estados Unidos, la derecha, mediante el ejercicio del veto, ejercen una función de control y estabilidad política sobre todo por la capacidad que tienen a través de potencial militar, nuclear y económico. Hoy está en cabeza de Donald Trump y de Putin en ejercicio de esos poderes de control global de máxima escala que ejercen a través de sus estados.

¿Por qué Estados Unidos está interesado en un alto al fuego en Ucrania?

Hay razones de índole político, razones de índole militar y razones de índole económico, entre muchas otras. La razón principal política tiene que ver con que aún existe, y varios internacionalistas coinciden en ello, la denominada Guerra Fría entre el bloque capitalista y socialista, y obviamente intervenir en la guerra es una forma de hacer pesos y contrapesos en el marco de ese balance político. 

Resulta que Ucrania es la puerta de entrada de toda Rusia y del bloque socialista a Europa. Ucrania es como el puente entre Europa y el mundo soviético. Y no solo tiene un posición geoestratégica como bisagra, sino que es una lugar por donde transita todo el gas desde Rusia hasta Europa. Gracias a este gas sobreviven al invierno todos los europeos, desde Francia, Alemania, países nórdicos, Italia. Este es un gas que le vende Rusia a todas las personas de Europa. Ese gas transita por medio de Ucrania.

Ahí viene la otra razón que tiene que ver con términos económicos. Ucrania significa un control de prácticamente todo el gas y un potencial energético de la misma Europa, así que mantener el control de Ucrania no solo significa traer paz a estas naciones, sino que para estos grandes jefes de Estado y potencias, significa mantener el control energético de los europeos, lo cual es gravísimo.

Por último, está el tema militar. De la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), que es como una pandilla que dice “cuando atacan a uno atacamos todos”, todos los estados de Europa, junto con Estados Unidos, hacen parte, pero Ucrania no. Y el lío en parte comenzó porque Ucrania quería meterse a esa organización, que es como el “parche” en el que todos se pueden defender. Entonces, si Ucrania entra a la OTAN, Estados Unidos y toda Europa puede intervenir contra Rusia, pero si no entra a la OTAN, le toca defenderse solita, por eso también es tan importante el valor de Ucrania.

También creo que Estados Unidos no es una potencia que va realmente por los temas humanitarios y las vidas, sino que realmente van por el valor estratégico que cumple Ucrania. Por eso, por ejemplo, nadie interviene ahorita en Nigeria, en donde hay un genocidio pero no una ubigación geoestratpegica, pero Ucrania sí.

¿Por qué Vladímir Putin sí parece estar abierto al diálogo aunque igual lleva a cabo acciones poco amistosas para Estados Unidos, como probar un misil de última tecnología?

Putin la última vez que visitó Alaska, que llevaba como 9 años sin pisar mundo occidental, demostró que él está dispuesto a dialogar, pero no está dispuesto a aceptar los términos que quiere poner Ucrania y Estados Unidos. Entonces ¿qué pasa? Vladímir Puiín tiene dos ‘deal breakers’,  como dos exigencias que él no está dispuesto a aceptar. Una es que Ucrania entre a la OTAN, y el segundo, es que Ucrania mantenga el control de todos los pasos energéticos de Rusia a Europa. 

Después del fin de la Guerra Fría, en 1990, hay una gran disparidad de las potencias. Estados Unidos se pone como la superpotencia mundial económica y Rusia queda con un potencial geopolítico y militar importante, pero económicamente no alcanza a tener la misma magnitud de implicación que Estados Unidos. Ante esa situación, a un líder como Putin, le resulta fundamental  seguir manteniendo en su mano a los a los Europeos con la energía.

Trump, en su discurso de septiembre en la Asamblea General de la ONU, le echó en cara esto a toda la Unión Europea. Les dijo que ellos eran unos cobardes porque no han sido capaces de ‘frentear’ a Putin, y la razón es porque los tiene “comiendo de la palma de la mano” con el gas que les vende. Si Rusia deja de venderles gas, Europa básicamente se congela.

¿Cómo estas decisiones geopolíticas entre Rusia, Estados Unidos y Ucrania podrían afectar a América Latina?

Esto tiene unas afectaciones de connotación global, principalmente respecto a temas económicos. Cuando hay una guerra como estas tan grande en Ucrania hay que tener en cuenta que controlan grandes sectores de la economía y esto por ejemplo impacta el alza de precios en relación con materias primas.

Hay un alza de precios energético porque el mercado depende de las relaciones entre oferta y demanda. A más disponibilidad de oferta los precios bajan. Debido a la guerra se reduce la disponibilidad de la oferta y los precios suben, y no solo en materia energética, también granos y fertilizantes. También hay impacto en cadenas de suministro porque se afectan las rutas logísticas en estos sectores, Obviamente en la medida en que América Latina y el Caribe es un mercado relativamente pequeño, no tiene la forma de contrarrestar los aumentos de estos precios. 

Sin embargo, en términos de sostenibilidad, esto puede generar oportunidades porque puede generarle la posibilidad a países de América Latina y el Caribe de fortalecer sus economías, sobre todo en materia energética. Sin embargo, mientras en medio Oriente y Rusia se siga controlando la producción energética, sobre todo en términos de energías fósiles, la baja de la disponibilidad de estos recursos energéticos va a afectar gravemente el mercado. Pero ahí es donde países más pobres como los latinoamericanos tienen la oportunidad de aumentar la producción de energías fósiles, precisamente para lograr que satisfagan ellos mismos la demanda energética.